¡Hola a todos! espero que tengan un buen día. Hoy les traigo la reseña de:
Título:
Memorias de un Error que Nunca Cometí
Autor: Linda Lynn
Páginas: 120
Sinopsis:
He aquí un testimonio, en primera persona, sin
rodeos, un relato que siendo imaginado roza los límites de la realidad. Una
mujer, simple, sin una vida escabrosa, trabajadora, mamá soltera de dos hijas
cree que es hora de encontrar pareja. Busca ese príncipe azul, ese compañero
soñado, y sumida en ese sueño, cuando el príncipe la besa, despierta a una
realidad funesta y oscura… En el transcurso de la relación cae en la cuenta de
que su príncipe es un hombre manipulador, violento, sometedor, y ya es tarde para
escaparse. El terror la congela y la paraliza. No sabe qué hacer. Decidida a
desprenderlo de su vida, y gracias a un error que él cometió, logra sacarlo de
su vida, pero no de su mente. Ella caminaba en esa fina línea que separa la
locura de la cordura. Hasta que sin pensarlo demasiado y creyendo que iba a
recuperar su vida normal, decide matarlo, matando así también el poco juicio
que quedaba en su cabeza.
La
historia nos presenta a Janis, una madre soltera de dos niñas que siente que ha
llegado el momento de buscar pareja. Así conoce a León, un hombre que para ella
parece ser perfecto. Pero poco a poco todo cambia y Janis se ve atrapada en una
relación tóxica, enfermiza, controladora y abusiva de la cual le será muy difícil
escapar.
Aunque
es un libro corto, logra en pocas páginas retratar con precisión el drama, violencia
y manipulación que sufren muchas mujeres a diario. La narración en partes es poética
y la autora consigue que conectemos con la protagonista, haciéndonos sentir su
angustia, su miedo y dolor.
La
historia relata tanto la violencia psicológica como física que sufre Janis. Es
una lectura dura y cruda que tal vez no sea para todos los lectores, pero creo
que es necesaria para reflexionar sobre la violencia de género.
Definitivamente
la recomiendo si les interesa el tema.
Puntos:
4/5 🌟
"La
forma que tenia de hacerme sentir culpable era única, no solo tejía las
palabras para que yo le termine dando la razón, sino que también sembraba en mí
ese sentimiento de culpa y miedo. Miedo al adiós, al abandono, a que me deje, a
que no me quiera más. Solo el hecho de pensar que no iba a volver a verlo me
aterraba, me angustiaba. Y era muy confuso pensar que no soportaría que me
dejara, pero tampoco soportaba su actitud, su control, su desamor."
"Estaba
manejándome a su antojo. ¿Por qué yo tenía que hacer lo que él quería que
hiciera? Pero yo no me daba cuenta de esto, no estaba viendo que él era mi
titiritero y me manejaba como una marioneta. Si él decía sentate, yo debía
sentarme. Si decía, comé, yo tenía que comer. O lo que sea que a él se le
antojaba que yo haga…. Con mis papeles, con mi casa, con mis hijas."
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