¡Hola! ¿Cómo están? espero que estén pasando un buen día. Hoy les traigo la reseña de un libro con el que me lleve una grata sorpresa. Se trata de:
Título: La Bruja del Mar (Sea Witch)
Autor: Sarah Henning
Páginas: 352
Sinopsis:
Todo el mundo sabe lo que pasa al final. Una
sirena, un príncipe, un beso de amor verdadero. Pero antes de la historia de
esa joven sirena, existieron tres amigos. Uno temido, uno real y uno que ya
estaba muerto. Desde que su mejor amiga, Anna, se ahogó, Evie ha sido marginada
en su pequeño pueblo de pescadores. Una anormal. Una maldición. Una bruja. Una
chica con un extraño parecido con Anna aparece en la costa y, aunque ella lo
niega, Evie está convencida de que su mejor amiga sobrevivió y que su propia magia
no era tan ineficaz después de todo. Cuando las chicas captan los ojos de dos
encantadores príncipes, Evie cree que por fin podría tener su «felices por
siempre». Pero su nueva amiga tiene sus propios secretos. No puede quedarse en
Havnestad, o mantenerse en dos piernas, a menos que Evie encuentre una manera
de ayudarla. Ahora, Evie hará cualquier cosa para salvar la humanidad de su
amiga y el corazón de su príncipe, aprovechando el poder de su magia, su océano
y su amor, hasta que descubra, demasiado tarde, a lo que en realidad ha
renunciado.
La historia nos
presenta a Evie, ella es la hija de un humilde pescador del reino de Havnestad. Y es la mejor amiga del príncipe
heredero Niklas. Ella, Nik y su amiga
Anna crecieron juntos, jugando y divirtiéndose hasta que un trágico día el océano
decide llevarse a su querida amiga Anna. Desde ese momento los murmullos y
sospechas del pueblo la siguen como una sombra ya que la creen culpable de lo
sucedido aquel día.
Los que ellos no
saben es que Evie esconde un secreto y es que puede hacer magia. Algo muy
peligroso para ella ya que en Havnestad ahogan a las brujas. Pero lo que a Evie
más le preocupa es que su magia no fuera lo suficientemente fuerte como para
salvar a Anna y eso es algo que jamás se perdonó. Cuatro años más
tarde aparece una joven llamada Annemette que es idéntica a su querida amiga
perdida pero igual que Evie esconde un secreto. Es una sirena y solo con el
beso de Nik podrá permanecer en tierra. E Evie ahora que ha podido recuperar
una parte de su amiga Anna en Annemette hará todo lo que esté a su alcance para
que eso suceda. Pero Evie no sospecha que tal vez Annemette tenga otros planes
que la involucren a ella y a todas las personas a las que ama.
Debo decir que me
lleve una muy grata sorpresa con este libro y si voy a ser sincera no pensé que
lo disfrutaría tanto.
Esta historia es
un retteling de la sirenita pero con un giro en donde se nos muestras como se originó
la bruja con la que la sirenita hace el trato para conseguir la oportunidad de
conocer a su príncipe.
Y si hay algo que
amo y seguro que ya se dieron cuenta si leyeron otras de mis reseñas es conocer
los orígenes de los villanos. Aunque debo decir que en esta oportunidad no veo como un
villano a la bruja. En este caso creo que todo no es tan blanco y negro. Y que quien es bueno
o malo, héroe o villano depende más del cristal con el que se lo ve.
Evie es una joven dulce y generosa que lo único que quiere es ser
aceptada. Si bien atesora su amista con Nik sabe lo que dicen a sus espaldas el
pueblo. Que debería saber cuál es su
lugar y tratar de no aspirar a más de lo que merece. Y una parte de ella se plantea si
no será hora de dejar todo e ir a explorar otros lugares. Aunque eso implique
dejar a su padre, tía y a Nik.
Nik es un joven
encantador y me gusto la relación que tenía con Evie y como la cuidaba.
La historia se
lee muy rápido. Tiene flashbacks donde se nos explica lo que sucedió el día que
Anna se ahogó y también flashbacks explicando quien es Annemette y cuál es su
verdadera intensión. Y el final fue perfecto, dejándote con ganas de más.
Puntos: 4,5/5 🌟
“El mar es una bruja caprichosa.
Tan capaz de concederte un beso como de robarte
el aliento de los labios. Bella y cruel. Y todas y cada una de las variables
que se encuentran en medio. Llena nuestros estómagos y nuestras arcas cuando se
siente generosa. Observa fríamente como nos vestimos de negro y sumamos
lágrimas a sus aguas cuando decide no apiadarse de nosotros.
Solo la marea sigue su temperamento, de y quita
con su mismo ritmo salado.
Aun así, es más que nuestra bruja; es nuestra
reina.”
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